La Presidencia de los Actos

En la jerga protocolaria, se entiende como "Presidencia", al conjunto de personas que ocupan el lugar más preeminente y destacado de un acto. La Presidencia está claramente distinguida del resto de los participantes, generalmente mira hacia éstos, y su ubicación -que habitualmente es al extremo contrario de la puerta de acceso- es fácilmente reconocida por las técnicas de ornamentación. El número de las personas que la componen va en proporción a los invitados y a las características del entorno físico.


Presidencia de pie

Es propia para actos en locales cerrados o al aire libre breves, de tono más informal, o para actos al aire libre, también breves, con ocasión de inauguraciones, primeras piedras o visitas de obras. Es obligado para recibimientos oficiales y para recepciones o audiencias.

Somos partidarios de que la presidencia sea de pie (no se coloca mesa alguna, aunque si puede preverse un atril) siempre que todos los invitados tengan que permanecer en idéntica posición. En estos casos, la necesidad de una pequeña elevación de la presidencia se hace más perentoria, pues es posible que los invitados de atrás no vean nada.

No debe haber invitados a los que la presidencia dé su espalda. En protocolo se observará que hay una constante (a veces es imposible cumplirla), que el que presida no dé la espalda a ningún invitado. De ahí que a veces la presidencia civil, si no puede disponer del centro de un escenario determinado se traslada a un lateral (caso de actos religiosos, o los palcos reales en un teatro, etc.).

En los actos de pie por lo general el protocolo sólo es riguroso con la ordenación de los miembros de la Presidencia, dejando la disposición de los invitados a su libre albedrío, dentro de la zona para ellos delimitada.

La distancia entre los invitados y la presidencia dependerá del tamaño del local (en caso cerrado) o de las características del entorno (en caso al aire libre). No obstante, puede tomarse como referencia entre 3 ó 5 metros.

 

Presidencia de mesa 

En este caso los miembros de la presidencia se ubican en una mesa que mira a los invitados. Dicha mesa debe tener la extensión suficiente para permitir el normal acomodo de sus ocupantes (que alguien se "caiga" por los extremos, según expresión en la jerga protocolaria, ofrece un efecto espantoso).
 
La presidencia en una mesa se utiliza cuando los invitados pueden permanecer igualmente sentados. Que la presidencia y los invitados permanezcan sentados resulta obligado en un acto cuya duración mínima supere los 20 minutos. Suele tratarse de actos institucionales de tono formal o académico. Al igual que de pie, los miembros de una presidencia de este tipo se ordenan en alternancia de derecha a izquierda, desde el centro de la mesa.
 
Los invitados pueden ser ordenados protocolariamente en su totalidad, o parcialmente (por ejemplo, reservar las dos o tres primeras filas para el protocolo obligado, y permitir para el resto la libre ubicación).
 
La Presidencia puede estar sentada pero sin mesa (cuestión que no es muy recomendable); dependerá del tono formalista o más o menos academicista que los organizadores quieran dar. La mesa en ocasiones puede restar plástica al escenario (otras contribuyen), pero transmite mayor seguridad y aplomo a quienes se sientan en ella. Si no hubiera, para evitar ese choque frontal e incomodidad que puedan sufrir los miembros de una presidencia al mirar frente a frente a los invitados sin nada por delante lo recomendable es ladear ligeramente las sillas.


La Doble Presidencia

En términos reales, la doble presidencia se refiere a cuando el que preside va acompañado de su cónyuge. En este caso el número de miembros de la Presidencia debe ser par, reservándose los dos centrales como puestos de honor.

Se ha venido a llamar, de forma incorrecta, doble presidencia cuando la composición de la Presidencia ofrece un número par de miembros, (en el centro quedan dos puestos) o en los almuerzos o reuniones en una mesa de tipo imperial por el puesto central que queda en cada lado de la mesa.

Aunque no se trata de una doble presidencia, pues ya nos referimos a que la Presidencia es única (ya sea individual o en matrimonio), puede admitirse como jerga para referirse a esos casos en los que el anfitrión y el invitado de honor ocupan los dos puestos centrales. De estos, dos el que preside ocupa el de la derecha (la izquierda del espectador).