Cuando organizamos cualquier tipo de evento no debemos olvidarnos de realizar un cronograma o time-line.
Su importancia se debe a que nos marcará el orden y los tiempos de cada uno de los actos que componen nuestro evento. Además, permite a los intervinientes saber dónde, cuándo, cómo,… se desarrolla el acto y su grado de participación en él, ya sean ponentes, autoridades, invitados, trabajadores, músicos, periodistas,…
Aunque hay varias formas de representar el cronograma, como en tablas o redactado, su contenido debe siempre de contemplar:
- Un orden temporal con los tiempos de inicio y fin.
- Todas las personas que participan y el orden de intervenciones.
- Identificar cada acción con el nombre y cargo de la persona responsable de ejecutarla.
- El orden de intervención cuando coincidan varias autoridades.
Y como ejemplo os dejo el cronograma de la Cena de Gala de los últimos premios Nobel.
Como vemos “el divertimento” también está contemplado en el cronograma…